domingo, 9 de septiembre de 2007

La Tortura, una forma de Dominación ritual en el Mundo Mexica*.


El sacrificio humano para el mundo mexica es entendido como un espectáculo de sangre, que requiere de la exposición pública y de una serie de intervenciones, incisiones, y heridas corporales como formas de preparación mortuorio-alimenticias, y al mismo tiempo una forma de coerción social.
Pues, no basta con Matar, no es sólo el asesinato lo que garantiza la mantención del equilibrio cosmológico, es necesario que la sangre sea derramada, llagando, mutilando, hiriendo, incluso comiendo “al otro”. No basta con Matar, hay que ejercer el poder a través de la tortura del cuerpo.
Los sacrificados en los rituales mexicas eran en su mayoría esclavos, o prisioneros de guerra, es decir no eran individuos pertenecientes a la casta de poder incluso existe un comercio de individuos para la muerte, no olvidar “la guerra florida”, y la concepción sobre el privilegio en el morir es más bien, simbólico...hay un “otro que muerte” y unos que se benefician frente a estos asesinatos rituales.
Ahora bien, es cierto que todos los mexicas debían ofrendar a los dioses, comida, animales, pájaros pero no todos podían ofrendar seres humanos, ese era un privilegio solo para la casta superior, que se fue sistematizando con el fortalecimiento del estado y por ende con el enriquecimiento de la manipulación de los ritos.
…un espectáculo de sufrimiento para qué?...
Era necesario exponer el dolor, y la sangre para: canalizar la violencia y la agresión reprimida del pueblo contra la autoridad despótica de los gobernantes; para promover sistemas expansión militarista basados en la justificación mítica de ayudar al sol, alimentándolo con la sangre derramada de los guerreros; para exponer a través de formas de tortura dolorosa la fuerza, omnipotencia y status de los gobernantes y guerreros. Despellejar, flechar, quemar eran formas para infundir miedo, y por tanto de obediencia.

* extracto de la Ponencia del mismo nombre en el II Encuentro de Arte Educación y Estética “Cuerpos Abiertos”. UMCE, 2002. Santiago.

Fantasmas de la Memoria Andina. Lucía Chiriboga*.





Lucia Chiriboga se vale en algunos casos, del registro documental del siglo XIX; de la documentación colonial en otros; conjuntamente con signos de un pasado precolombino, con los cuales busca propiciar una re-visión de ciertos relatos que habían quedado marginados de los discursos hegemónicos de la Historia, para lo cual incorpora en su proyecto visual otras materialidades que manipula, entreteje, superpone, cubre y descubre haciendo aún más evidente la confrontación de superficies, texturas y textos. Su obra pone de manifiesto encubrimientos y develamientos que intentan proponer una “estética de la ausencia, del vacío, de la perdida; pero también de la resistencia”1.
Chiriboga acentúa la noción documental de la foto, dirigiendo su énfasis sobre realidades, sujetos y lugares ajenos a las ideologías oficiales pero al mismo tiempo posibilita la inserción de otros soportes que vienen a sustentar aún más sus inquietudes discursivas. Su operativo constructivo en torno a la imagen se vale de procedimientos venidos del collage, del fotomontaje, de la manipulación de los negativos que en cierta forma permite que los fantasmas impresos en la emulsión vuelvan a reincorporarse como las “ánimas anónimas, las identidades desnudas, el silencio de los otros”2

para Mirta Retamal N.

* extracto de la Ponencia “Fantasmas. Viviré para Contarlo”. En el I Encuentro de Arte, Educación y Estética: Navegantes, una cartografía sobre los Andes. 2001. UMCE. Santiago.
1.- Cita de la autora
2.- Nombre de alguna de sus series fotográficas

Fantasmas de la Memoria Andina. Martín Chambi*.


La Fotografía como aventura y viaje al pasado, es camino de memoria que Chambi nos hace recorrer por las calles y alrededores de la ciudad del Cusco. Somos testigos silenciosos, observadores de instantes acontecidos durante la década de los 20 en una de las provincias andinas del Perú. Chambi nos conduce a lugares, nos presenta individuos que el tiempo ha transformado en fantasmas de la realidad.
En su obra, la oralidad visual narra costumbres, tradiciones, manifestaciones religiosas y folclóricas que dan cuenta del mundo indígena y mestizo de principios de siglo. Sus imágenes buscan reconstruir mediante la toma fotográfica lo sucedido y al mismo tiempo proyectar sentido de credibilidad y de importancia a fin de establecer una descripción de diversas esferas culturales de la sociedad cusqueña.
Su mirada, describe su historia, transformando en imágenes la narración oral establecida por el montaje en donde el instante es modulado por la pose como artificio constructivo de la imagen. Chambi narra su propia experiencia de aquello que ve, acentuando los rasgos de lo que intenta mostrar.

* fragmento de la Ponencia “Martín Chambi. Fantasmas de la Memoria Andina.” Presentada en el V Congreso Internacional de Etnohistoria, Universidad Nacional de Jujuy, Argentina. 1998. publicado en la revista de la misma Universidad Pacarina el año 2003.