El INVUNCHE se ha convertido en un habitante más de este purgatorio. Luego de una dolorosa transformación ha quedado enteramente clausurado; cosido todos los orificios de su cuerpo. Su condena anónima es acompañar a brujos en el silencio, la negación y el despojo. El invunche no puede huir de sí mismo pero tampoco reencontrarse con el otro.... Aprende a comunicarse con alaridos, asustando a quienes tiene cerca.
Los únicos a quienes ve son las ánimas.