miércoles, 15 de abril de 2009

Topologías de lo Oculto....


Reflexiones sobre un cuerpo homosexual.

Para crear un mundo estético el autor suele partir de datos más bien modestos, el rasgo familiar de una persona conocida, la ventana semientornada de un dormitorio revuelto, una palabra con resonancias infantiles, la expresión que delata la falsedad de un padre, de un sacerdote, de una mujer, y es el ojo del artista el que elige, compone y descompone para construir la otra verdad, la del engaño.
José Donoso.

La acción deconstructiva supone un gesto subversivo que trata de deshacer, descomponer, desmembrar todo tipo estructuras, las cuales han fijado a través de su propia construcción, discursos inalterables e inamovibles, como verdades absolutas.
Felipe Miranda recurre a esta práctica deconstructiva para intervenir la arquitectura normalizadora del hogar a partir de ciertos signos basados en alegorías de destrucción, deterioro y ausencia. El dormitorio se revela como un espacio conflictivo que va proporcionando indicios y huellas, simbolizaciones de cierta poética de lo oculto, o quizás de lo ocultado, donde la Performance se convierte en un acto de enunciación: el sujeto/performer se enuncia a sí mismo, es decir establece una textualidad que parte del propio accionar en su cuerpo para poner de manifiesto otras relaciones o construcciones con el contexto y la vida cotidiana. En cierta forma, y como el mismo artista señala, el cuerpo se tranforma en un lugar de resistencia y lucha política frente a la normativa que el espacio de afuera te exige como modelo de comportamiento.