sábado, 28 de abril de 2012

para LILA



mi  LILA  ha muerto.
La enterré en el jardín de  mi departamento.

Ahí, junto a las viejas plantas,
no más abajo
ni más arriba, pues
se juntará conmigo alguna vez.

Ahora ella ya se fue con sus plumas,
su canto y sus anaranjadas mejillas.

Y  yo, materialista que no cree
en  el celeste cielo prometido para ningún humano,
para esta ninfa o para todo animalito
creo en el cielo, sí, creo en un cielo
donde yo no entraré, pero ella me espera
graznando  piropos
para que yo al llegar,
encuentre amigos.

Parafraseando a Pablo Neruda y su poema “Un perro a muerto”
...a los meses..nuestro compañero Dodó también partió.... como todo.

1 comentario:

Unknown dijo...

que lindo profe! los animales son sin duda parte importante de nosotros, y nosotros de ellos, yo considero a mi perra y a mi gato mis hermanos jajaja, comprendo su pena, pues sufri tambien cuando mi coneja murio.